Papá eres mi refugio con corazón de roble inquebrantable
el maestro tenaz y comprometido en la escuela de la vida
El guerrero valiente que con cara dura, cuál escudo de acero
esconde detrás bondad, ternura y a un gran amigo y confidente.
Tus canas reflejan el camino recorrido,
pero no por ello has perdido la sabiduría y
la rectitud de tus palabras, que aún me guian,
amando la verdad y despreciando la injusticia,
cumpliendo con mis deberes siendo honrada y noble ante la vida.
A mi paso por la vida mil veces he escuchado :- ¡Todos los hombres son iguales ! - Gracias a ti Papá sé que no es así, sé que existen hombres como Tú que se tragan el llanto, callan sus dolores, son fieles a un solo amor, aveces recogiendo espinas pero siempre regalando flores.
Papá dices que tu hora está por llegar, yo creo que te falta mucho aún, tus hijos y yo en lo personal no hemos acabado de pagarte, lo que en pequeños pagos te hemos dado de cariño, no te vayas Papá, dame otra oportunidad de pagar mi eterna deuda contigo.