Algunas veces acudimos a personas para que nos ayuden con nuestros problemas, afortunadamente siempre me he rodeado de excelentes amigos...
Recuerdo una vez que al contar lo que me había pasado, le dije que sentía mucho miedo para afrentarlo, aunque ya sentía coraje, desprecio y rencor,me dió el mejor consejo que he recibido en toda mi vida.
-No lo afrentes, solo conseguirás que se llegué a la violencia ¿Cuando alguien te ofrece algo que no quieres lo recibes?
- Claro que no -respondí confundida.
Prosiguió:
-Si alguien te ofende y te agrede o simplemente te dice algo desgradable, te está ofreciendo algo, en este caso rabia y rencor que puedes decidir no aceptar.
Y yo aun confundida le decía que quería defenderme y de alguna forma hacerlo sentir igual.
Él continua:
-Es muy sencillo, existen muchos que al verte enojado y furioso sienten que han logrado su objetivo, te regalaron rabia o desprecio y tú decidiste aceptarlo.
Tú no puedes controlar lo que el otro lleva en su corazón, pero de ti depende lo que lleves en el tuyo.
